lunes, 11 de julio de 2011

Cuchillazo por la espalda.

Jugando al poli-ladrón en las cartas, me toco la carta del ladrón, empece a ver entre mis compañeros de juego... había uno que especialmente me atraía... nos mirábamos a los ojos pero ninguno hacia nada... como a la expectativa del movimiento del otro. Por otro lado, había otro jugador, un jugador que daba por seguro entre mis cómplices... le hice una mueca, y lo hice mi cómplice. Creí, en su momento, que estaba de acuerdo y que estaría conmigo en mi misión. Pero el otro jugador seguía atrayéndome, no había sacado su mirada de mi... lo que me generaba duda, y más me atraía, -¿qué se esconderán detrás de esos ojos oscuros?- llegué a pensar. Su mirada me generaba millones de dudas, ¿que querrá de mi en este juego? Dejándome llevar por el impulso... lo hice mi cómplice, a lo que cambio su mirada por una mirada severa... distante... hiriente. Las ya millones de dudas se multiplicaron... ¿no era eso acaso lo que quería? Mis ojos empezaron a demostrar la duda en mi, y para cuando mire a mi otro cómplice, tenía una mirada burlona. -¿De que me estoy perdiendo?- pensé. De repente empezaron a mirarse entre ellos, con mirada cómplice... sonriéndose... y mi desesperación aumentaba... entonces me miran, los dos, y se ríen de mi. Mi cómplice me había traicionado, me había entregado. Había perdido... pero antes mire sus ojos oscuros, le guiñé un ojo y le dije -Muerto estás-

No hay comentarios: